El efecto suelo es un fenómeno que sucede cuando se aprovecha una corriente de aire que está a poca distancia de una superficie inmóvil.
En competición este efecto se usa para generar baja presión por debajo del coche. Para ello se diseña un fondo liso , con una ligera curvatura (para emular un túnel vénturi) que termina en un difusor , que es un ensanchamiento de este conducto que acelera la evacuación de aire.
Antiguamente estaba permitido abusar de este efecto , llegando incluso a sellar el fondo de bólido con faldones flexibles. Esto era muy peligroso , porque los coches con efecto suelo son muy sensibles a las irregularidades del terreno y por ello inestables en baches. Hubieron muchos accidentes y el efecto suelo se limitó drásticamente.
Un ejemplo de los problemas de efecto suelo es este accidente en 1999 en Le Mans: